Autor:
Francisca Hevia
Obra de Chéjov:
La Gaviota
De Maupassant a Treplev: la figura del literato
“Recuerden que es mejor
quemarse
que apagarse lentamente.” (Kurt Cobain).
La gaviota es
una obra de teatro escrita en 1986 por Antón Chejov, que durante cuatro actos,
nos traslada a la vida en el campo y a la interacción de llamativos personajes.
La historia comienza en torno al montaje
de una obra que rompe con lo tradicional de la época, de nacerán diversas
temáticas y enfrentamientos que conforman la trama. El texto toca temáticas
como el teatro, el amor, la contraposición entre campo y ciudad, etc. Chejov
rompe con la tradición teatral y busca la realidad más que la acción, cambia
los clímax marcados del género dramático clásico por escenas que pueden
parecernos monótonas.
Si leemos por
primera vez a Chejov puede parecernos que sus obras son carentes de acción, es
por esto que debemos poner especial atención en lo que ocurre fuera de esta.
Existen ciertas marcas que se nos hará fácil de reconocer como por ejemplo el
suicidio de Treplev, pero también existirán cierta marcas que requerirán que
nos detengamos un momento. Los personajes citan y nombran autores, tienen
ciertas manías y expresiones. Pues en lo que refiere a autores es donde se
encuentra el tema a analizar a continuación. Dentro del primer acto se menciona
al escrito Guy de Maupassant, y es Treplev el encargado de hacerlo. Si hacemos
una lectura rápido de La gaviota puede que pasemos por alto este punto, pues
puede que lo consideremos como un dato de menor relevancia. Pero no es azaroso
que se nombre a Maupassant, como tampoco es azaroso el personaje encargado de hacerlo.
Es entonces donde cabe preguntarse: ¿Cómo influye Guy de Maupassant en la formación
del personaje de Treplev como literato?
No es forzoso hacer una relación entre el escritor francés y
Konstantín Gavrílovich, pues es este último quien hace la conexión dentro de la
obra: “…huyo igual que huía Maupassant de la Torre Eiffel porque le oprimía los
sesos con su cursilería.” (Chejov, 101). Para comenzar el análisis es necesario
tomar en cuenta que Antón también guarda cierta relación con Guy de Maupassant,
pues ambos pertenecen a la corriente del naturalismo y ambas trataron entre sus
obras las temáticas de la hacienda.
Tres
autores sobresalen en este campo: Maupassant y Chejov y el español Leopoldo
Ala, Clarín. A los tres los unen
rasgos comunes, como son el compartir la misma generación histórica, la
relativa brevedad de sus vidas (no llegaron a cumplir los cincuenta años), su
labor critica y periodística junto con la propiamente creativa, el fondo
pesimista de sus escritos, en los que no están ausentes los rasgos de cruel ironía
y comicidad (Mansberger Amorós, 5-6).
Pero en honor a nuestra pregunta anteriormente realiza, nos
volvemos a enfocar en la figura del literato. Desde el primer acto se nos
muestra una estrecha relación entre el escritor y su madre. La figura materna
también será de importancia para Maupassant: “Advirtamos enseguida
que Guy, aunque tuvo por su madre una verdadera adoración que jamás se
debilito, mantuvo siempre excelentes relaciones con su padre.”, (Dumensil, 72). Existen otros
puntos en que ambos literatos coinciden, como lo son; vivir en un entorno
artístico y la relación con el campo. Ahora nos abocaremos a una marca de gran importancia que he
nombrado anteriormente, el suicido de Gavrílovich. El personaje tras un intento
fallido, consigue quitarse la vida y Chejov finaliza su obra con este
acontecimiento. Maupassant a su vez, no se aleja de lo planteado en el texto. El
francés sufrió de sífilis que sumado a demencia, problemas nerviosos y pánico,
gatillo sus cuatro intentos de suicidios, todos fallidos. Tenemos entonces la
imagen de literatos que a pesar de tener éxito en sus labores como escritores
sufren de otras falencias en sus vidas que les impiden su realización como
personas.
Nos es correcto afirmar que Treplev es un copia calcada de Guy
de Maupassant, pero si existen lugar comunes. Cumplen la estructura del
literato como un hombre culto, que sabe y conoce, pero a su vez un hombre
atormentado por su propia vida que no consigue alcanzar la felicidad. Podemos
notar que Chejov toma cierto espíritu de Guy y lo plasma en Treplev para
construir su figura como literato. Y pues será este hombre, el literato, quien será encargado en darle fin a la obra
quitándose la vida, pero no como se haría en el teatro clásico, si no como lo
hace el teatro de Antón Chejov, fuera de escena.
Quizás hoy cuando pensamos en escritores no se nos vendrá de
inmediato a la mente la figura de una persona como Treplev o Maupassant, pero
ciertamente no se nos deberían hacer tan ajenos. Tal vez en la actualidad
nuestros escritores no sean como los de antaño pero si tenemos artistas de
otros ámbitos que cumplen con la estructura anteriormente planteada. Janis
Joplin, Kurt Cobain, Jim Morrison, entre tantos otros. Pues son los músicos de
la últimas décadas lo que encajan en estos patrones. Personas de supieron de
fama y éxito, pero que sus propios fantasmas impidieron gozar de la felicidad y
de la vida. ¿es posible que nuestros músicos se estén convirtiendo en los
modernos Guy de Maupassant? Es posible, como es posible también que años más
adelante otro estudiante se encuentre escribiendo un trabajo sobre si sus
artistas son los nuevos Kurt Cobain.
Bibliografía
Chejov, Antón. La gaviota,
Tío Vania, Las tres hermanas, El jardín de los cerezos. “La gaviota”.
Editorial Catedra: Madrid, 2001
Cobain, Kurt. Carta de Suicidio. Seattle,
Washington, U.S., 1994
Dumensil, René. Guy de Maupassant.
“La herencia normanda de Maupassant”. Editorial Librairie Armand Colin: Paris,
1933.
Mansberger Amarós, Roberto. Bola de sebo, Madeimoselle
Fifi y otros cuentos. “Prologo”. Ediciones Akal: Madrid, 2008
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